6 increíbles curiosidades del «Techo del Mundo»

6 increíbles curiosidades del «Techo del Mundo»

15 de octubre de 2017 Publicado para Diario Popular

¿Sabías que el polo se jugó primero en los Himalayas?, ¿Qué son los mandalas?, ¿Cuál es la carretera más alta del mundo? Estos y otros datos asombrosos de una de las regiones más inhóspitas del planeta..

El techo del mundo, la cordillera más alta del planeta, se llama Hilamaya. Es compartida por India, Nepal, Bután, China, Afganistán y Pakistán. Siempre que oímos de Himalayas, pensamos en Everest. Pero los Himalayas son mucho más que Everest o K2. ¡¡Aquí te presentamos 6 datos asombrosos del Himalaya Indio que seguramente no conocías!!

1-Ladakh la tierra más despoblada de India


La región de Ladakh, al norte de los Himalayas, se abrió al turismo en 1974. Pero mucho antes Leh, su capital, formó parte de la Ruta de la Seda comunicando el Tíbet con India y Kashmir al sur, Nepal al este y Pakistán al oeste. Las caravanas de camellos atravesaron estas tierras que aún hoy son inhóspitas. La vasta región es de las más despobladas de India, con un promedio de medio habitante por kilómetro cuadrado. ¡Qué alivio encontrar este refugio de silencio y soledad, en el segundo país más poblado del mundo!

2-La carretera más alta del mundo está en Himalayas

Ladakh significa “la tierra de los pasos altos” y de hecho lo es. La ciudad principal es Leh y se encuentra a 3500 mts. La altura se siente y te pide caminar más lento apenas bajas del bus. Para salir de la ciudad, sea donde sea que te dirijas, tendrás que atravezar un paso de por lo menos 4000mts. En algunos casos subirás más alto. Si te olvidaste el tubo de oxígeno no sigas adelante porque el paso Khardung-La entró al libro Guiness por ser la carretera transitable más alta del mundo con sus 5600 mts. Cada año la recorren miles de turistas en auto, motos y algunos osados en bicicleta.

3- En Himalayas los monjes enfrentan a los demonios bailando

El Cham es una danza de máscaras realizada cada año por monjes budistas tibetanos. Cada monje representa una deidad, algún malvado demonio o un fantástico animal. El objetivo de las danzas es transmitir las enseñanzas de Buda, algunas relacionadas con la riqueza, la longevidad, la muerte y el enfrentamiento con nuestros propios demonios y miedos. Los fervientes monjes bailarines tienen que demostrar su ritmo al son de los tambores, timbales y címbalos.

4- Algún día te vas a morir y los mandalas te lo recuerdan

Los mandalas de arena son una tradición budista de los Himalayas. A pesar que en Occidente pintar mandalas o tatuarse uno en la espalda está de moda, éste sagrado ritual es ancestral. Los mandalas simbolizan la transición natural y la impermanencia, nos recuerda que somos seres efímeros. Los monjes tibetanos trabajan tres días sin parar para construir estos increíbles dibujos de arena. Con máxima concentración y pulso firme manipulan unos conos de bronce que al frotar con una varita produce una vibración y deja caer la arena de a granitos. Esto permite hacer dibujos minúsculos con suma precisión. Al cuarto día el mandala es destruído. Se limpia la obra de arte con un cepillo y la arena volverá al río, recordándonos que todo lo bello también tiene fin.

5- ¿Sabías que el Polo se jugó primero en los Himalayas?

El juego del Polo llegó a la Argentina de la mano de los ingleses en el siglo XIX. El deporte se extendió con éxito por todo el país gracias al descomunal dominio del caballo que tenían los gauchos. Lo que no te imaginás es que los oficiales militares ingleses conocieron el deporte en los Himalayas Indios. De hecho el nombre deriva de pulu que significa pelota en idioma tibetano. Allí los tibetanos prácticaban el juego con ponys y elefantes.

6- Monasterios colgados de los Himalayas

Desde siempre los monasterios se construyeron en lugares recluidos, pero en Los Himalayas Indios se puede comprobar que algunos están demasiado aislados. En el corazón de un valle desértico de montaña y a una altura de 3510mts se encuentra el monasterio de Lamayuru. Es el más antiguo de la región. El mismo alberga a más de 150 religiosos. La escuela tiene 14 pequeños monjes que practican las sagradas escrituras y mantienen vivo el legado tibetano. Su ubicación en lo alto de la montaña brinda una postal idílica. Cada atardecer el paisaje lunar detrás del monasterio se tiñe de rojo y presenta un espectáculo único.

SI TENÉS ESPÍRITU AVENTURERO TENÉS QUE IR A HIMALAYAS, EL TECHO DEL MUNDO AÚN ESCONDE MUCHOS SECRETOS.

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