¿Por qué 2018 es el mejor año para visitar Nepal?
Katmandú es una típica postal asiática: callejones sucios que te llevan a ningún lado, monasterios budistas, mercaderes gritando, caca de vaca sagrada, templos hinduístas, fragancia de sándalo mezclada con té de cardamomo acompañada de la mejor sonrisa y amabilidad nepalí.
A casi 3 años del aniversario del terremoto que sacudió a Nepal, la capital del país, Katmandú vuelve a estar de pie y ahora es el mejor momento para visitarla.
¿Por qué ir ahora?
Hay un gran motivo y es que cada rupia que gastes, ya sea en hotelería, restaurantes o puestos de sourvenirs ayudará a Nepal y a mucha gente de Katmandú a recuperarse.
En este país donde los índices de pobreza son muy altos y donde la mayoría de los recursos se ahogan en manos corruptas, el turismo juega un papel muy importante en la economía.
El terremoto del 2015 devastó varias zonas de Katmandú y dañó edificios históricos y templos ancestrales pero las restauraciones avanzan y los turistan regresan a la ciudad-puerta de los Himalayas.
5 Razonas para visitar Katmandú
- Conocer la estupa budista más grande del mundo: Boudhanath tiene un diámetro de 120 metros y es el mayor templo de Nepal. En 1979 la Unesco la nombró Patrimonio de la Humanidad. Se cree que desde el año 600 esta estupa fue sitio de oración y lugar de descanso para los comerciantes que llegaban desde el Tibet.
La estupa está construída sobre una base octogonal y forma un mandala. Desde su cúspide cuelgan las coloridas banderas de oraciones tibetanas y simboliza el camino de Buda hacia la iluminación.
El mejor horario para visitarla es por la tarde, cuando los vecinos y los monjes peregrinos se acercan a orar y caminar alrededor de la misma.Si tenés algún pedido bodadoso se te concederá, para esto tenés que caminar 3,7, 11, 21 o 108 veces mientras recitas el mantra tibetano: OM MA NI PAD ME HUM. Algunos, más devotos, realizan 108 vueltas arrastrándose!
Al caer el sol, se encienden las velas, que poco a poco iluminan la estupa, la plaza se llena de gente y la energía del lugar vibra diferente. La cúspide dorada brilla y enmarca los ojos de Buda. ¡Un espectáculo emocionante!
- Pashupatinah, El crematorio púbico más grande de Katmandú:
Similar a los crematorios que existen en Varanasi, India, aquí los familiares vienen a despedir a un ser querido. Las incineraciones se realizan sobre las escalinatas que dan al río sagrado Bagmati.Los cuerpos se cubren con mortajas. Se ponen sobre unos pilares con madera y arden durante unas 4 horas.Una vez finalizado este tiempo, donde los familiares contemplan y rezar alrededor del muerto,los restos se tiran al río.Es un profundo choque cultural y emocional
, que con nuestra mirada occidental, creemos debería ser íntimo y pretegido. Pero a los nepalíes parece no molestarles que decenas de personas desconocidas compartan este momento tan triste con ellos.
Del otro lado del río, mientras tanto, se realiza el Aarti: un ritual hindú de adoración al Dios Shiva que se realiza todos los días a las 7pm. Muchos nepalíes y extranjeros se acercan para compartirlo.Pero la situación se pone totalmente bizarra cuando el ritual termina y se da un baile coreografeado que parece salido de una película de Bollywood con aplausos y gritos de la multitud al compás del “Hare Shiva, Shiva Shiva” …Definitivamente una experiencia inolvidable. - Plaza Durban, la ciudad vieja: En ningún otro lugar de Katmandú es tan evidente los daños del terremoto como en esta zona, donde antiguos palacios, templos y monumentos de la realeza se encuentran bajo losescombros.
El ingreso a la plaza cuesta 10U$D y con el bono estarás contribuyendo a la reconstrucción de este Patrimonio de la Humanidad.
Si visitás la plaza al mediodía no te pierdas el Palacio de Kumari Devi o “diosa infantil”. Allí vive la niña elegida como diosa de la ciudad de Katmandú.Lamentablemente la divinidad le durará poco a esta nena, porque cuando llegue a la pubertad y tenga su primera menstruación, según dice la tradición, la diosa Kumari se desencarnará de su cuerpo y volverá a ser una mortal, como el resto de los nepalíes.
- Disfrutar de la comida callejera: En Asia comer en la calle puede ser una excursión en sí misma. Durante siglos, Nepal fue el camino de los comerciantes que unían dos mundos: China e India. Del sur subían las especias y del norte bajaban la sal y la seda.
Estos movimientos confluyeron en una combinación perfecta para la gastronomía nepalí que incluye sopa chinas y especias indias como el clavo de olor, la cúrcuma y el gengibre. Entre los platos típicos encontrarás los Momos: unos ravioles rellenos de carne de búfala que se sirven hervidos o fritos; el Tukpa: una exquisita sopa de noodles y verduras.
A la hora del desayuno saboreá unas roscas de masa frita que al mojarlas en el té de cardamomo te darán energía para caminar todo el día.Consejo viajero: nunca toques la comida con la mano izquierda, porque es la que ellos usan para limpiarse en el baño. Bueno, vos después en el baño podés usar la que quieras!
- Sobrevolar el techo del mundo: Si hacer caminatas no es lo tuyo, no te preocupes podés abordar a un pequeño avión de hélice y ver el amanecer en la cresta de los Himalayas.Tendrás fantásticas vistas de los picos más altos del mundo, incluído el Monte Everest. El vuelo dura una hora y media y el costo aproximado es de 180 U$D.
Y como dice nuestro querido Pappo: “Voy de viaje a Katmandú, el viaje no es lo mismo si no estás tú. Voy de viaje a Katmandú…”
Podés leer más sobre mis viajes en Facebook: Wandernati