Hay un término que  leí en varios lugares , quizá sea la palabra de moda entre los viajeros del momento y que no tiene traducción exacta al castellano: Wanderlust. Proviene del alemán (se originó de las palabras wandern que significa “caminata” y lust que significa “deseo”) y fue trasladada al inglés en 1902. Wanderlust significa, algo así como “un fuerte deseo o impulso de recorrer y explorar el mundo”.

Yo conocí esta palabra ya hace unos años cuando trabajaba en una agencia de viajes con ese nombre. Empecé a vivir y sentir esta palabra.

Y si desarmamos la palabra Wanderlust y sólo dejamos Wander que significa algo así moverse sin ningún destino ni objetivo, sería como vagar o vagabundear. Y como dijo nuestro amigo J.R.R. Tolkien :» No todo el que deambula está perdido«

Y para mí este movimiento es lo más importante y lo que me hace feliz,  me aburre  estar en un mismo lugar haciendo lo mismo, en una posición estática, me siento bien cuando cambio, de estímulos internos y externos, cuando más aprendo es cuando estoy incómoda y necesito cambiar para adaptarme.

Soy feliz en movimiento, jugando y experimentando; haciendo, probando y equivocándome. La risa y el juego son los verbos que marcan mis experiencias. Y con los que me vinculo hacia los demás. 

 El juego me transporta al mundo de la fantasía y la imaginación despertando el aspecto espontáneo e imprevisible de ese adulto serio, que debemos ser, transformando la tristeza en alegría y el enfado en comprensión.

 Deshacernos de nuestros condicionamientos, miedos y prejuicios supone abrirse a la magia de las posibilidades, para que caigan los muros que impiden nuestro crecimiento desde  el humor y la alegría.

Así, vivir la vida se vuelve algo divertido. Así intento vivir mi vida, sabiendo que tengo todo, y por eso tengo la obligación de ser feliz!!